Siete consejos para escalar tu primer 7a

Usualmente se habla de la exagerada importancia que le damos a los grados en la escalada y el debido “respeto” que sentimos hacia una determinada vía, un cierto grado o un escalador en específico (estamos citando a Magnus Mitdbo que en un interesante video del que encontrarás el enlace aquí, habla específicamente de los grados). No obstante sepamos que no nos debemos dejar influenciar por números y letras, sabemos que superar nuestro límite personal podría significar ver ese “más” en la guía, esa letra o ese número que no habíamos logrado todavía.

 

 

Cada uno tiene un objetivo personal que quiere, y que muy probablemente puede lograr. En el libro que citamos muy frecuentemente “Training for climbing”, Eric Horst asegura que la mayor parte de los escaladores puede llegar a escalar el 7a (él habla de 5.12 que va desde nuestro 7a+ y llega hasta el 7c con el 5.12d), tan así que llegó a escribir un libro entero al respecto titulado: “How to climb 5.12”.

 

 

Entrenamiento, determinación y constancia son algunos de los factores que contribuyen a alcanzar eso que representa un objetivo tan anhelado: aquí algunos consejos prácticos que queremos darte para intentar lograrlo, iniciando por la suposición de que ya hayas escalado algún 6c o 6c+ como grado máximo (en el caso de que estés escalando otros grados como 6a o 6b el proceso sería organizado en modo diferente).

 

 

Entrenamiento, determinación y constancia son algunos de los factores que contribuyen a alcanzar eso que representa un objetivo tan anhelado para nosotros

 

 

7- Escala mucho en grados que estén por debajo de tu limite (pero no demasiado!)

 

Si nuestro grado máximo alcanzado es el 6c+, entonces será difícil establecer si una vía que está un poco por debajo de mi límite es el 6c, el 6b+ o el 6b. Como todos sabemos cada vía tiene sus propias características y puede parecer fácil para mí, desafiante para ti o que tenga un movimiento imposible para otra persona. En general podemos decir que en este caso el 6b/6b+ podría ser un buen término medio entra una vía que te sirve para calentar y una  en la que debes pedir que te pillen para estudiar bien los agarres y movimientos. Probar muchas vías de estilos diferentes e intentar escalar concentrándote en la “fluidez y la forma correcta de resolver los pasos” puede enriquecer nuestro abanico de técnicas de escalada y ayudarnos a mejorar rápidamente. En este caso citamos a Jollypower, que en sus planes de entrenamiento para el nivel del que estamos hablando, aconseja que en la semana dedicada a la escalada en roca se realicen ocho rutas o más por día, por debajo del límite, intentando escalarlas relajadamente y concentrándose en la respiración.

 

 

6- Cada cierto tiempo intenta algo extremo

 

Si tienes la suerte de ir a escalar con personas que escalan en vías muy duras, podrías preguntarles, quizás al final de la jornada, si puedes dar un pegue a su vía. Si es una vía vertical, podrías ensayarla en top rope para así poder concentrarte solo en los movimientos, caso contrario ganarás mil puntos extras si la intentas escalar de primero y la trabajas de cinta en cinta. Intentar una ruta verdaderamente extrema, probablemente en un estilo que nos deje probarla (evitando vías que tengan pasos de bloque muy marcados) nos dará una visión diferente sobre las secciones claves de nuestra “vía-proyecto”, dándonos probablemente ideas nuevas sobre cómo resolver esos pasos que nos parecen tan duros.

 

 

5- Busca consejos de otros escaladores

 

Asistiendo a algunos rocódromos, tienes de seguro la oportunidad de conocer a ese típico escalador local que escala desde hace muchos años y que recuerda con punto y coma cada movimiento de las vías que encadenó. Si estás todavía en la fase en la que tienes que escoger la ruta a probar, pregúntales a ellos un consejo y comentarios sobre las vías del sector, así podrás filtrar las varias posibilidades y escoger de acuerdo a tus propias características y parámetros personales.

 

 

Cuando nos divertimos, entonces aprendemos más rápido, con más facilidad y de mejor manera.

 

 

4- Invierte tiempo en buscar una vía que se adapte a ti

 

A propósito del párrafo anterior, quiero aclarar que la decisión final es obviamente siempre tuya, porque solo tú sabes en cual vía te sentirás más cómodo.

“Intenta esa vía X porque es un clásico del sector” no puede bastar como información ya que: podría tener una primera parte con pasos largos para tu altura, un detalle al cual pocos piensan, o tal vez un paso clave maldito en la mitad de la vía que sabes, desde ya, que te causará graves problemas. Así que pide información, pero desde ahí sigue tu instinto, escoge una vía e inicia a trabajarla y estúdiala como hacen los grandes exponentes con sus propios proyectos

 

 

3- Planifica un entrenamiento y dedícale mucho tiempo a la vía

 

Intentar la vía que estás proyectando un par de veces a la semana te ayudará a mantener un “buen ritmo” para mecanizar bien los movimientos y mejorar rápidamente, todo esto con el objetivo de ir conectando las secuencias siempre con menos tensiones. Para alternar las jornadas de roca te aconsejamos que hagas un entrenamiento individualizado, tal vez estudiado junto con un instructor o entrenador, para poder evitar posibles pérdidas de fuerza que podrían ocurrir escalando solo y exclusivamente en esa vía en específico. Entre escaladores se suele decir “para mantener el estímulo alto”. Realiza la visualización de los movimientos también cuando no estés en la roca: si esto te resulta difícil porque no logras recordar algunos pasos, intenta anotarlos al final de la jornada de intentos a la vía.

 

 

2- De vez en cuando incluye un elemento sopresa

 

A veces sucede que cuando tienes un proyecto en la cabeza, y lo estás trabajando mucho, lo pruebas todos los días posibles. Este es un buen método para automatizar los movimientos que ya te salen bien, memorizar aquellos pasos claves que te cuestan todavía e intentar enlazar siempre más secuencias de la línea. A nivel mental, y también físico, puede ser muy útil incluir de vez en cuando un fin de semana de búlder en roca, cambiar sector de escalada, y despejar completamente la cabeza focalizándote en algo más, para así regresar más motivado y recargado de energía a tu proyecto. Desde luego esto no sirve para todos, y no es útil para siempre: si sabemos que tenemos los últimos dos fines de semana de buenas condiciones para intentarlo, entonces convendrá invertirlos en el proyecto.

 

 

1-Diviértete

 

Cuando nos divertimos, entonces aprendemos más rápido, con más facilidad y de mejor manera. Este concepto, que se está convirtiendo en la base de muchos métodos de aprendizaje, es importante tanto como para los jóvenes estudiantes que están aprendiendo algo nuevo (como por ejemplo el estudiar un nuevo idioma), como para nosotros adultos que debemos aprender cómo movernos en la pared. Divertirse, molestarnos mutuamente con nuestros amigos, quitarle un poco la importancia a nuestros pegues fallidos y pagar la cerveza por nuestra caída numero cuarenta en el mismo paso de la vía, puede ser el motor para tener una actitud mental más relajada hacia nuestro rendimiento. Y muy probablemente, el justo y necesario.