Cómo elegir la cuerda de escalada

Salvo que te apellides “Honnold”, la cuerda de escalada es la herramienta más importante en cualquier situación vertical. Existen diferentes tipos con características muy precisas y la cuerda tiene la particularidad de que el resto del material de escalada funciona en relación con ella, así pues esta debe de estar en perfectas condiciones y hemos adaptar su tipología a cada situación.

 

 

 

En primer lugar conviene recordar que las únicas cuerdas aptas y certificadas para el aseguramiento de un escalador son las cuerdas dinámicas, que en Europa deben cumplir con la norma EN 892 de la directiva 89/686 / CEE de derecho europeo. Esta norma exige que las cuerdas tengan algunas características físicas (diámetro, resistencia, alargamiento) sin las cuales no pueden utilizarse para la práctica de la escalada.

 

 

 

Tipo de cuerda

 

 

Cuerda simple

 

Marcada con el símbolo 1, es la de mayor diámetro, los cuales van desde 8,5 mm a 11 mm, y en base a este cada una será más adecuada para un uso u otro. Una cuerda simple bastante gruesa es adecuada, por ejemplo, para Big Walls, rocódromo o rutas deportivas cortas. Las ventajas de un diámetro ancho son su elevada resistencia y la relativa facilidad de uso por parte del asegurador, su mayor peso y rozamiento son su lado negativo conforme vas aumentando los metros de escalada.

 

 

Una cuerda muy fina, en cambio, tendrá que ser utilizada con mayor atención por parte del asegurador ya que “corre” más (aunque casi todos los aseguradores están ya homologados para diámetros cada vez más delgados), pero tendrá la gran ventaja de disminuir el roce y sentirse ligera. Es perfecto para rutas deportivas donde el escalador necesita una cuerda que, garantizando la seguridad, le dé el máximo de prestaciones.

 


Cuerdas dobles

 

Están marcadas con el símbolo ½, son más finas que las de uso en simple (su diámetro está entre 8 y 9 mm) y están diseñadas para ser utilizadas en pareja con otra cuerda doble. Son las preferidas en alpinismo y rutas de escalada clásica en las que el recorrido de la escalada no es regular, sino que transcurre en zig-zag o se discurre entre bordes y crestas.

 

Al mosquetonear alternadamente las dos cuerdas se reduce la fricción y por tanto la resistencia a nuestro avance, en el caso que caigamos, será la cuerda que hemos mosquetoneado en último lugar, la que parará nuestra caída. Dado que las cuerdas dobles son más delgadas que las cuerdas simples, también son más elásticas y flexibles. Estas características hacen que durante una caída la cuerda actúe de forma más dinámica sobre cualquier punto de anclaje, cualidad especialmente interesante en un terreno donde abunda el material vetusto y los seguros flotantes.

 

 

Cuerdas gemelas

 

Son las más finas de las tres, su diámetro oscila entre 7 y 8 mm. Se reconocen por el símbolo de infinito (∞) y se utilizan en doble, siempre mosquetoneando ambas en todos los puntos de anclaje. Su fuerza reside precisamente en ser una cuerda que trabaja duplicada, garantizando una mayor resistencia a las caídas que la cuerda simple. Las cuerdas gemelas permiten hacer rápeles más largos, pudiendo ser utilizadas en toda su longitud y por último permiten dividir la carga entre los dos escaladores durante la aproximación.

 

 

Las cuerdas con un diámetro mayor nos dan una sensación de seguridad en las rutas más exigentes © Alexa Flower, Patagonia

 

 

Longitud

 

Gracias a la mejora del material y el desarrollo de cuerdas más livianas, la escalada ha tendido hacia la apertura de vías de más longitud en el caso de la deportiva y de estirar los largos en el caso de la escalada de largos o clásica. Por ello ya es menos habitual comprar cuerdas de 50m.

 

 

La longitud adecuada para nuestra cuerda dependerá de la longitud de vías que vamos a escalar y de la intensidad de uso que le vamos a dar, y es que si somos de probar pasos y caer con frecuencia, la camisa de nuestra cuerda se desgastará de forma muy acusada en los últimos metros. La solución más frecuente de los escaladores es cortar y desechar esos últimos metros, dando una segunda vida a la cuerda, pero quedando reducida su longitud.

 

 

A más longitud, más veces podrás hacer esto sin quedarte corto en las vías que realizas con frecuencia.

 


Peso

 

El peso duele al cargar la cuerda en la mochila, pero sobre todo duele cuando escalamos vías largas y tenemos que hacer pasos duros luchando no solo contra nuestro peso, sino también con el de una cuerda gruesa y pesada.

 

 

Así pues, los diámetros más finos, tendrán menor relación peso / metro, y escalaremos más livianos, en su contra, las cuerdas finas son menos resistentes y su camisa se resiente antes por el uso y las caídas.

 

 

Elongación estática

 

Es un valor a tener en cuenta a la hora de utilizar la cuerda para escalar de segundo o “top rope”. Un valor relativamente alto puede hacer que bajes demasiado cada vez que pidas que te tensen (el llamado chicleo). De la misma forma, cuando caes al inicio de la vía, un valor bajo reducirá el riesgo de tocar suelo en todo momento.

 

 

Fuerza de choque 

 

Es el impacto o desaceleración que percibe el escalador al detener su caída. Este valor determina la capacidad dinámica de la cuerda y es especialmente importante si existen diferencias en el peso de los escaladores, es decir cuando ambos son muy ligeros o muy pesados. Un valor de choque alto implica un menor alargamiento de la cuerda, y se prefiere cuando los pesos son "considerables" pues aumentan la energía cinética, mientras que un valor bajo es más adecuado para escaladores ligeros. La fuerza de impacto para cuerdas simples varía de 8 kN a 12 kN.

 


Número de caídas que soporta

 

Todas las cuerdas de escalada están probadas para resistir al menos cinco caídas con un factor de 1,77 tal y como exige la UIAA. Sin embargo, existe un valor, que explica cuántas caídas han soportado durante las pruebas. Normalmente este valor suele ser mayor en cuerdas de diámetro grueso, el cual se emplea ese material extra en resistencia y seguridad. 

 

 

La prueba se lleva a cabo mediante simulaciones con exigencias más extremas y que raramente se dan en las caídas reales de escalada. Consiste en dejar caer una masa metálica de 80 kg anudada a un extremo de la cuerda y cuyo otro extremo está anclado a un punto fijo y sin disipación. En la vida real no es fácil tener caídas de factor tan alto (reservadas a las escaladas de varios largos) y siempre hay una amortiguación o dinamización de la caída por parte de nuestro asegurador, (a menudo menor de lo que nos gustaría). Por ello conviene no confundir ese número de caídas de laboratorio, con las caídas habituales que se tienen escalando en deportiva, de lo contrario apenas quedamos escaladores vivos ya que tener 5 o 10 caídas puede ser lo habitual en un solo día para un escalador fanático

 

 

Recordar que el valor del nº de caídas indicado en la etiqueta se refiere a una cuerda nueva en buen estado, obviamente una cuerda muy usada, o que ya ha sufrido caídas importantes, no tendrá la misma eficacia que una cuerda nueva.

 

 

Alessandro Penna

¡Para el alto rendimiento se necesita una cuerda ligera y manejable! Alessandro Penna en un proyecto en Andonno

 

 

Tratamientos

 

Hidrófugo. Es uno de los tratamientos más utilizados y permite que la cuerda no se "empape" cuando se usa bajo la lluvia. Dicho tratamiento puede hacerse en la camisa de la cuerda, en el alma o en ambos. Pese a que cada fabricante de cuerdas tiene su propio tratamiento, en todos los casos deben respetar los parámetros UIAA que dictamina que una cuerda solo se puede considerar hidrófuga si tiene una absorción de agua menor al 5%.

 

 

Antiabrasión. Está diseñado para evitar que la camisa se deteriore al contacto con roca abrasiva y bordes afilados, ojo con estos últimos pues son extremadamente peligrosos. Muy a menudo se combina con propiedades de durabilidad, en "packs completos" que incluyen todas las tecnologías principales de conservación que puede tener una cuerda.

 

 

Resistencia. Es un conjunto de tratamientos que hacen que la cuerda resista mejor el polvo, las abrasiones y todo lo que implique un deterioro de sus características. El más conocido y apreciado es Unicore, que suelda el alma y la camisa para evitar cortes limpios de la camisa con rocas muy abrasivas.

 

 

Fácil manejo. Algunas cuerdas están recubiertas con un tratamiento que reduce su rigidez debido al desgaste, volviéndose más dúctiles y fáciles de manejar. Este tratamiento también puede sustituirse por un tejido específico de la cuerda que aporta las mismas ventajas.

 

 

Desenrollamiento preventivo. Este proceso le permite utilizar la cuerda directamente según sale de su packaging, evitando el paso previo de tener que desenrollarla manualmente.

 

 

Porcentaje de camisa

 

Muy a menudo, un mayor porcentaje de camisa garantiza una mayor resistencia frente al desgaste y la abrasión, sin por ello añadir peso a la cuerda. Es especialmente adecuado para quienes trepan mucho en aristas o roca con bordes afilados.

 

 

Marcado del punto medio

 

No todas las cuerdas llevan marcado el punto medio, siendo una referencia útil para hacer un rapel con una cuerda simple o saber si se nos va a acabar la cuerda al descolgar al escalador. En las cuerdas que si va marcado lo podremos identificar gracias a una banda negra o un cambio en el patrón del dibujo de la camisa. No hace falta decir, que si recortamos la cuerda por uno de los extremos, la marca del punto medio deja de indicar el susodicho.

 

 

Utilización 

 

En todas las instrucciones incluidas en las cuerdas se dan sugerencias acerca de sus usos apropiados, ya sea escalada en roca o montañismo o escalada en hielo.

 


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