La escalada es uno de esos deportes quesi te gusta, no habrá vuelta atrás, ya queprobablemente se convertirá enlo primero que pienses al despertar y al acostarte. De hecho es raro escuchar hablar de otros deportes como “estilo de vida”, a excepción de losque se practican al aire libre. Pero no temas, el túnel de la escalada y el fanatismo te puede alcanzar también entre las paredes de un rocódromo, donde los retos son contigo mismo y el superar tus límites, la competencia con los superpoderes de los demás y la diversión intrínseca que conlleva harán que te enamores de este deporte. Pero, como todas las pasiones, tiene algunos lados que no quisiéramos definir como “negativos”, mas bien solo un poco “invasores” en la vida cotidiana del escalador promedio. Ahí te van 5 ejemplos.
Vas a poner mosquetones hasta en el árbol de Navidad
El periodo es el indicado, las casas empiezan a llenarse de luces navideñas y el escalador que ya se encuentra en el túnel, comienza a analizar las maneras de convertir más “vertical”, en modo original, el propio árbol de Navidad. Cambia mosquetones por las bolas navideñas (el árbol de acá debajo es el nuestro, el auténtico árbol de Navidad de la tienda Oliunìd), también se colocan cuerdas o cordinos en vez de la guirnalda y tal vez un pie de gato en lugar de la estrella. Sin hablar de las cajas que encontrarás debajo del árbol, todas estrictamente monotemáticas (que alegría!)
Tu 4-3-2-1 serán las series piramidales de barras
La típica conversación del lunes por la mañana con un café en mano podría dar una vuelta inesperada porque, mientras tus compañeros comentan las estrategias de juego utilizadas por los técnicos de futbol el fin de semana pasado, tú podrías tener una iluminación sobre un nuevo ejercicio de barras para probar en el gimnasio.
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Hablarás de tipos de pies de gatos hasta en el desayuno
Y bueno si, te encontrarás en medio de debates bien argumentados sobre cual es la mejor mezcla para tus pies de gato, el tipo de suela que te da más confianza y el modelo más preciso para esos micro pies en la placa. Y nada, la mañana después retomarás la conversación exactamente desde donde lo dejaste. Tus familiares y vecinos de casa estarán contentos con esto.
Si regalaras un anillo…. Serían las anillas para entrenar
No hay otro regalo en el mundo que conlleve tantas incomprensiones como el anillo. Para el escalador que está enfocado en sus planificaciones, definir sus objetivos y entrenamiento de suspensión, no existen otros anillos más que los que se pueden colgar al techo.
Buscarás una casa con multipresas
Y a propósito de techos y rocódromos en casa, no buscarás nunca más una casa cualquiera, sino una que se preste a la perfección para tener un ángulo organizado para una multipresa o cualquier otro instrumento de entrenamiento. Bodegas, garajes, habitaciones de más: cada espacio “extra” sería el lugar perfecto para proyectar un Moon Board y empezarás a imaginarte los colores de las presas puestas sobre paredes imaginarias.
WoodoClimb Tricky