Los niveles de dificultad de la escalada indoor

Si bien al escalar vías con la cuerda en rocódromo, no se encuentran grandes diferencias en cuanto al grado de dificultad, ya que éstas tienen los mismos grados que hayamos al escalar en roca, pero cuando hablamos de los boulders y circuitos la clasificación de niveles cambia. Por lo general los circuitos se encuentran “en la mitad”, es decir que son marcados ya sea con el color relativo al nivel, que con el grado, de modo que los hace comparables a una vía en roca. Por otra parte están los boulders en el rocódromo, que a menudo tienen una propia clasificación, lo cual a veces genera un poco de confusión sobre todo en aquellos que escalan en diferentes rocódromos.

 

 

El código de colores en los rocódromos

 

Cada rocódromo tiene su propio código de colores que muestra el abanico de niveles que va a partir del más fácil hasta el que es extremadamente duro, y por ello no nos es posible ofrecer una única división; pocas veces se encuentra escrita la gama de grados correspondientes a cada color del Boulder. La cantidad de los colores también diversifica, ya que a veces se pueden encontrar los 5 colores fundamentales (el blanco corresponde al más fácil y el negro al más difícil), mientras en otras salas de Boulder se encuentran colores fosforescentes que diferencian con mayor atención los varios niveles de dificultad.

 

 

Los rocódromos que se preocupan más de la estética y a un armado homogéneo, crean boulders con presas del mismo color: esto, a pesar de que hacen más inmediata la identificación del nivel de la línea, a veces puede generar confusión en aquellos que están recién empezando a visitar los rocódromos, ya que el color de las presas es asociado al color del nivel de dificultad. En realidad la única verdadera referencia universal es el color de la cinta que indica las presas de salida y el top.

 

 

Xavier Bravo. Photographer Dally Hue

Photographer Dally Hue, SCARPA

 

 

¿Por qué las dificultades se expresan con colores?

 

El boulder en el gimnasio, una disciplina de la escalada por su naturaleza muy "utilizable", se desvincula un poco del concepto de rendimiento ligado al número, aspecto que además crea controversias y debates ya sobre muchos pasajes que encontramos sobre la roca. Además, el estilo de trazado muy moderno con lanzamientos, carreras y muchos movimientos dinámicos, hace que sea difícil asociar a este estilo de escalada un verdadero grado, aunque sigue siendo una disciplina desligada por tradición de números y grados. En comparación con el búlder en roca, también faltan muchos elementos que podrían usarse para hacer una hipotética "conversión en números", como las restauraciones y los inicios de sentada, cada vez menos frecuentes en el gimnasio.

 

 

En el sitio estadounidense dedicado a la escalada indoor Climbing Business Journal, el route-setter James Mower también destaca otro aspecto para apoyar las dificultades más "flexibles" de los boulders y circuitos que encontramos en el gimnasio. Al no definir un grado específico, los routesetter evitan suscitar polémicas improductivas entre escaladores sobre la correspondencia real entre el boulder trazado y el grado. Por lo tanto, también surgen colores intermedios como el blanco/verde, que abarcan un rango de dificultad aún más amplio, y que pueden ser adecuados para muchos escaladores que escalan diferentes niveles en el exterior.

 

 

Jessica Pilz, photo by Trsitan Hobson

Foto de Tristan Hobson, cortesía de SCARPA

 

 

Colores y circuitos

 

Hemos mencionado los circuitos en la introducción y ahora siempre cerramos con ellos: recientemente se ha extendido una nueva tendencia que asigna a los circuitos una dificultad expresada solo por el color de la cinta de partida. A menudo estos "nuevos circuitos" siguen el mismo principio que los bloques, es decir, se desarrollan utilizando presas siempre del mismo color, de modo que ya no es necesario buscar el número de la presa siguiente en medio de una pared densamente equipada de presas. De esta manera, la progresión es más intuitiva para desarrollar una escalada más suave y homogénenenea.

 

 

Las clasificaciones de los circuitos son las que más se acercan a un grado numérico: también en este caso, a menudo nos encontramos con referencias bastante genéricas: por ejemplo, podemos encontrar circuitos que proponen en la cinta de salida una dificultad entre el 6a y el 6b+. En muchos gimnasios, la oscilación del grado también puede deberse al uso de los pies libres (más fácil) u obligados (en los soportes del mismo color que las presas para las manos), detalle que puede hacer una diferencia significativa en términos de intensidad del circuito.

 

Foto di copertina: Cllimber Shara Zaia. Photographer Dally Hue.SCARPA