La escalada siempre se ha considerado un deporte extremo y tiene todas las razones para pertenecer a esta categoría; a pesar de ello, gracias a su desarrollo en gimnasios y a dispositivos de seguros intuitivos diseñados específicamente para proyectos de inclusión, está demostrando cada vez más ser un deporte apto para todos sin edad ni límites físicos.
Lo que generalmente definimos como escalada deportiva, ya sea interior o exterior, es la escalada con cuerda: esta es entre todas las disciplinas (agreguemos búlder y velocidad) la que mejor se adapta a cada forma de entrada. Practicada en top rope, o con la cuerda desde arriba, realmente permite que cualquiera pueda escalar sin tener que temer una caída: esta es la disciplina que constituye el mundo del Paraclimbing, o escalada para deportistas con discapacidad física.
Recientemente hemos visto a esta especialidad sobresalir cada vez más incluso en el mundo de la escalada en roca al aire libre: además de la práctica de la escalada en roca, que se asocia "por defecto" con la escalada deportiva de interior, también hemos visto a escaladores muy fuertes con discapacidad lograr resultados espectaculares en búlder. Justin Salas es el escalador que más representa cómo no hay límites incluso en el búlder: de momento es el deportista que está marcando el mayor punto de inflexión en el mundo del búlder sobre roca entre los invidentes, consiguiendo escalar pasajes difíciles hasta la 8A.
Incluso la edad no es un límite para la escalada deportiva: si podemos imaginarnos fácilmente mo es un deporte apto para niños, quizás tengamos más cautela en considerarlo un deporte al que se puede abordar a partir de cierta edad. También en este caso los gimnasios vienen a recibirnos, al menos en el acercamiento: los cursos de juego de escalada acercan a los más pequeños de cuatro años hasta una disciplina que les permite moverse aprovechando también la verticalidad, favoreciendo la coordinación y dejándolos libres para seguir su instinto que los llevaría a escalar por todas partes. Paralelamente, cada vez hay más cursos de "nivel de entrada" para adultos, donde cualquier persona y de cualquier edad puede intentar escalar. ¡No hay límites para los resultados que puede lograr!
También en este caso las noticias de empresas “ya no muy jóvenes” empiezan a ser muy habituales en la web: por un lado, las que empezaron a escalar siendo jóvenes y nunca han dejado de lado esta pasión, es normal que sigan persiguiendo resultados notables. En 2018 la web Climbing.com publicó un interesante artículo sobre la creciente comunidad de escaladores de entre sesenta y setenta años que no tienen ninguna dificultad para practicar este tipo de deporte. El escalador "agè" más famoso es sin duda Marcel Remy: a la edad de 94 años escaló la cara noroeste de Miroir de l'Argentine en Suiza, una hazaña que obviamente fue filmada por cámaras y presentada en este video de Mammut.
25 septiembre 2020
