El esquí de montaña o de travesía es la actividad de ascensión y descenso, y recorrer por laderas nevadas sobre un par de esquís en los pies, sin ninguna ayuda artificial que no sean tus propias fuerzas. El esquí de montaña se practica en diferentes altitudes y es muy parecido al excursionismo: donde encontramos itinerarios de intensidad que crece progresivamente,itinerarios más o menos largos, y donde la dificultad técnica y altitud van aumentando según se vaya adquiriendo más experiencia.
Como dijimos anteriormente, el concepto de base es muy similar al excursionismo, ósea que podemos encontrar itinerarios de varios tipos: en forma de anillo (subiendo y descendiendo por diferentes caminos, pero siempre regresando al mismo punto de salida), itinerarios en travesía (con un punto de llegada diferente al de salida, lo cual requiere de una organización logística con dos autos, servicio de transporte, o algo por el estilo para poder regresar al punto de salida) o itinerarios lineares donde se asciende y desciende por el mismo sendero.
Nuestro material de base estará formado obviamente por los esquís de montaña, no pueden faltar las pieles de foca y basándose en la superficie de nieve, unas cuchillas de esquì de travesia (especiales de esquí) que nos darán mayor estabilidad en caso de nieve congelada o escarcha. Al aumentar la dificultad técnica podríamos llegar a necesitar de crampones sobre las botas, atar temporáneamente los esquís a la mochila y tal vez utilizar unos piolets.
En nuestro kit de esquí de montaña no deberían faltar las botas especiales para esta actividad, caracterizadas por una caña más flexible para permitir la caminata en subida, casco y fijaciones específicas para este tipo de actividad. Completan el todo un par de gafas de sol o mascarilla, una mochila (con un airbag) y un par de guantes de esquí. Generalmente, podemos decir que la principal diferencia entre el material de esquí y de esquí de montaña está en su ligereza: los materiales que constituyen este tipo de material presentan un equilibrio perfecto entre peso reducido y fiabilidad.
El esquí de montaña es por naturaleza una actividad que se practica “en ambiente”, sin utilizar los senderos de pista que delimiten el terreno de juego y los riesgos a esto asociados: por esto debemos siempre dotarnos también de un set de auto-rescate formado por un ARVA (aparato de rescate de victimas por avalanchas), pala y sonda. No basta con los materiales del kit, sino también adquirir las competencias necesarias sobre cómo moverse en la montaña, cómo orientarse, interpretar el clima y reaccionar a las eventuales emergencias, todo esto es igual de esencial que tener el material adecuado.
Con este conjunto de materiales y conocimiento, incluida la capacidad de reconocer nuestros límites personales, tendremos la certeza de vivir nuestras expediciones en la nieve con serenidad, ayudando en cualquier momento a nuestros compañeros y evitando situaciones desagradables.
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Foto de portada: Adam Clark, www.adamclarkphoto.com