Hard y softshells, membranas impermeables, chaquetas cortavientos y ponchos para la lluvia: ¿qué debemos equiparnos para afrontar con tranquilidad las típicas salidas a la montaña de primavera y otoño?

Rhiannon Williams en el interior del Montana, foto de ©Drew Smith, Patagonia
Los "shells": protección y ligereza
Cuando hablamos de shells nos referimos a la capa más externa de nuestra ropa, que tiene la función primordial de protegernos de agentes externos como el viento y la lluvia, y mantenernos así calientes y secos en todo momento. Lo que puede parecer sólo una eventualidad, es decir, encontrarnos con un temporal y terminar -si todo va bien- nuestra caminata bajo la lluvia, es en realidad a todos los efectos un factor de seguridad. El riesgo de hipotermia es muy real si nos encontramos en un entorno alpino con un cambio repentino del tiempo, incluso en verano.
Hecha esta aclaración, volvamos a las características de los shells: se trata de chaquetas confeccionadas con una membrana impermeable o hidrófuga, que tiene la función de gestionar tanto la humedad entrante, como la lluvia, como la saliente, como nuestra transpiración. La construcción de punto de estos tejidos, con microcélulas internas en forma de embudo e infinitesimalmente más pequeñas que una gota de agua, garantiza que el agua del exterior encuentre una barrera y, al mismo tiempo, que las gotas de vapor de agua de nuestra transpiración puedan canalizar su salida. Los shells pueden ser de dos tipos: softshells o harshells.
¿Hasta qué punto es impermeable un shell?
Cuando hablamos de impermeabilidad, nos referimos a una resistencia mínima de 800 ml por cm². En realidad, aunque se trata de un valor estándar para declarar impermeable un tejido, los shells y chaquetas de senderismo y trekking se prueban con presiones de columna de agua mucho más elevadas, digamos al menos a partir de 10000 ml. Una vez hecha esta aclaración, es importante subrayar que los softshells son chaquetas repelentes al agua, mientras que los hardshells son chaquetas con una membrana impermeable. Veremos las diferencias más adelante.

El atleta de SCARPA Daniel Jung con ropa técnica para Trail Running. Credits to Patrick Schwienbacher
Los distintos tipos de shells
El poncho o K-way: protección de emergencia para lluvias repentinas
Pero antes de adentrarnos en el mundo de los shells, echemos un rápido vistazo al Poncho, una protección impermeable de emergencia que, gracias a su amplitud, también cumple la función de funda de mochila. El poncho está hecho de una sola pieza de material de PVC o nailon, es ligero de transportar y extremadamente comprimible: añadirlo a la mochila no será un problema. Este tipo de funda sólo ofrece protección contra la lluvia, mientras que sus cualidades tanto térmicas como cortaviento no son óptimas. Podemos considerarlo como un elemento de un «kit de emergencia» para un cambio de tiempo inesperado y absolutamente imprevisto.
El softshell: tratamiento hidrófugo DWR
Como podemos adivinar por el título, las softshell están fabricadas con un tratamiento repelente al agua, por lo que son adecuadas para protegernos de la lluvia ligera o no demasiado intensa. Por otro lado, en comparación con los hardshell, son mucho más transpirables y, por tanto, adecuados para actividades más aeróbicas. El softshell es ideal para actividades invernales como el esquí de montaña, por ejemplo: además de adaptarse mejor a las necesidades de quien lo lleva quizás todo el día y suda mucho, garantiza una gran libertad de movimientos gracias a los tejidos suaves y elásticos. En comparación con las hardshells, las softshells también suelen ser mucho más cálidas, con propiedades térmicas que te harán apreciarlas incluso en la vida cotidiana.
El hardshell: impermeabilización en dos o tres capas
Los Hardshells son chaquetas construidas con una membrana impermeable y pueden constar de dos o tres capas: las primeras sólo tendrán una capa exterior y la membrana impermeable, mientras que las de tres capas tendrán también una capa interior. Los hardshells son capaces de protegernos de las lluvias y nevadas más intensas, pero su función principal sigue siendo la de mantenernos secos. Si estamos pensando en utilizarlos en condiciones de frío glacial, sin duda debemos combinarlos con una chaqueta técnica de plumón o, al menos, con una capa con propiedades térmicas indiscutibles. Por lo general, estos productos están pensados para el alpinismo, donde no sudamos demasiado debido a las bajas temperaturas, o para excursiones de trekking en las que buscamos una capa impermeable para utilizarla cuando sea necesario. Como su nombre indica, las hardshells son chaquetas más rígidas que nos permiten una menor libertad de movimientos, así como una transpirabilidad reducida, especialmente en la versión de tres capas. Los modelos de dos capas o de dos capas y media pueden formar parte del equipo de ropa técnica de un Trail Runner o de un excursionista bien equipado.

Foto de Paolo Sartori, SCARPA
Gore-Tex: la membrana impermeable y transpirable por excelencia
Cuando hablamos de membranas impermeables, todos pensamos inmediatamente en productos de primera calidad como el Gore-Tex, un material extraordinario que siempre ha sido sinónimo de transpirabilidad e impermeabilidad, con una resistencia de hasta 20000 ml por cm². Existen diversas variantes de Gore-Tex, pero todas con características similares y la misma garantía de resistencia al agua, transpirabilidad y durabilidad. En comparación con los tratamientos de repelencia al agua, las membranas transpirables como el Gore-Tex garantizan un excelente rendimiento durante toda su vida útil. Para contribuir aún más a la impermeabilidad global de cada parte de la chaqueta, podemos valorar el acabado de las cremalleras y las costuras: el termosellado o sellado de todos los puntos más delicados de la chaqueta por los que podría filtrarse el agua puede garantizar un aislamiento total del agua incluso en las peores situaciones.
La mejor combinación: Gore-Tex más tratamiento DWR
Sin embargo, ahora que conocemos a grandes rasgos los principales materiales y sus características, no debemos pensar que un tratamiento excluye al otro y, sobre todo, que la presencia de una membrana impermeable como Gore-Tex excluye, por ejemplo, el uso de la tecnología DWR. De hecho, estas dos tecnologías coexisten a menudo para maximizar tanto el efecto impermeable como la transpirabilidad de los materiales, con el fin de ofrecerte un aislamiento completo pero sin correr el riesgo de tener un «efecto sauna» en el interior de la chaqueta. Además, cada membrana impermeable (hay diferentes marcas) y cada tratamiento existen en realidad en diferentes variantes: al igual que el Gore-Tex existe también en versión «Active» con una transpirabilidad mejorada, el DWR puede tener también diferentes coeficientes de resistencia al agua. Conocer estos matices de cada material puede ayudarnos a hojear eficazmente la vasta oferta de carcasas y chaquetas para encontrar la que mejor se adapte a nuestra actividad.
Foto de portada: ©Lars Schneider, Patagonia











