Acantilado o gimnasio: donde empezar a escalar

El enfoque de la escalada deportiva está cambiando drásticamente en comparación con hace veinte años, cuando los gimnasios eran escasos y la roca era el único campo de juego. La popularidad de la que goza ahora esta actividad también se debe a que, en la imaginación de todos, ya no se asocia con peligrosas escaladas invernales de estilo alpino, y se encuentra a medio camino entre los "deportes extremos" y los deportes de pura diversión. Naturalmente, esto también conduce a una retroalimentación negativa, ya que a menudo no nos damos cuenta de los riesgos que implica atarse a una cuerda, especialmente para aquellos que abordan esta actividad con demasiada ligereza.

 
El gimnasio es sin duda un lugar muy relajante donde puedes intentar escalar, no sufres de frío, viento y mal tiempo, los agarres no son dolorosos para las manos, los tornillos están a una distancia súper regular y puedes concentrarte en el gesto de escalar. Sin embargo, a menudo, como señala el autor de "1001 Tips for Climbing"(consejos para escalar), el gimnasio es precisamente el lugar donde, debido a diversos factores de distracción como la confusión, la música o las charlas con amigos, se presta menos atención a lo que se hace, desde el nudo hasta el arnés hasta el correcto posicionamiento de la cuerda en el asegurador. Además, uno se acostumbra a la perfección a no fijarse en el estado de los materiales que nos aseguramos durante la subida, seguro de su perfecto estado, y lo más probable es que sigamos con este hábito incluso cuando empecemos a subir por el peñasco. Quizás desde este punto de vista ocupa el primer lugar en términos de peligro.

 
El acantilado requiere un enfoque más "brutal" para escalar, porque inmediatamente te das cuenta de lo dolorosos que son algunos tipos de rocas, lo que significan los términos "aerotransportados" o "expuestos", cuánto pueden afectar nuestra condición. Tiempo mental que cambia, un trueno mientras aún hay que sacar todo el material de la ruta . Es un impacto mucho más exigente y agotador, pero uno que probablemente nos encontrará al cien por cien centrados en lo que estamos haciendo, en cualquier momento del día. Por otro lado, sin embargo, un accidente en un peñasco, que es incluso una caída más larga que no está bien amortiguada, puede dañarnos gravemente, mucho más de lo que puede suceder en el gimnasio.
 

Para dominar todo lo que necesitamos hacer durante una ruta, ya sea en el gimnasio o al aire libre, ya sea que escalemos o aseguremos, es necesario tener una formación consolidada con monitores de cualidad y profesión o, si contamos con amigos, intentamos tener algunos garantías muy sólidas en sus muchos años de experiencia en el campo de los nudos, maniobras y estado de los materiales. Nuestra atención mientras atamos, trepamos y aseguramos debe ser total y tranquila y solo así podremos divertirnos realmente de manera segura tanto en el gimnasio como en la roca.
 
 
 
empezar a escalar
 


18 spetiembre 2020